lunes, 14 de noviembre de 2011

Visita al universo Bourdieu

Las estrategias de la reproducción social propone acercarse, por medio de artículos heterogéneos, a las ideas y conceptos del influyente sociólogo francés

Por Raquel San Martin | LA NACION


Qué implicancias sociales tiene la elección del colegio de los hijos? ¿Tiene un título universitario igual valor para todos los que lo poseen? ¿Pueden las relaciones sociales suplir un origen de clase más "bajo"? ¿Para qué sirve una familia numerosa en las clases medias y para qué en las clases más desfavorecidas?

Con esas preguntas, que respondió de manera original y novedosa, Pierre Bourdieu (1930-2002) transformó una preocupación clásica de las ciencias sociales: ¿por qué el complejo entramado que llamamos sociedad conserva y prolonga sus estructuras en el tiempo, y en qué condiciones cambia? Al estudio de esos fenómenos ha hecho el pensador francés un aporte central, con una perspectiva que incluyó la mirada de los actores sobre su lugar en el mundo social, las relaciones entre agentes como motor de la construcción de los espacios sociales y la dimensión histórica de los fenómenos colectivos.

Una muestra de esos aportes está en Las estrategias de la reproducción social , un volumen que contiene nueve ensayos del autor francés fallecido en 2002, algunos clásicos, otros menos conocidos, escritos entre 1974 y 1994, una versión del cual fue publicada en 2006 por Ferreyra Editor. En conjunto, los textos muestran que, para Bourdieu, la sociedad mantiene sus estructuras y relaciones según distintas estrategias de reproducción que ponen en juego las personas y los grupos (de las alianzas matrimoniales al control de la fecundidad; de la transmisión de bienes por herencia a la educación de los hijos; del cultivo de relaciones sociales a la adquisición de bienes) y que, incorporadas al sentido común, esconden el fondo de dominación que las hace funcionar. Es, más profundamente, una muestra de lo propio del pensamiento de Bourdieu: su perspectiva relacional e histórica, construida desde y contra el marxismo y el estructuralismo. Y, a la vez, una rica colección de conceptos útiles para pensar, cualquiera sea la disciplina desde la que el lector se acerque.

En los artículos del libro -cuyo tono varía desde una más coloquial conferencia, o un breve ensayo, hasta textos de construcción teórica sólida-, aparecen algunos de los conceptos clave del universo Bourdieu: la teoría de la práctica, el habitus , las formas del capital, así como los ámbitos en los que mejor desarrolló su pensamiento, como la escuela, el arte, la economía, la organización familiar.

El análisis del papel del sistema educativo en el mantenimiento del orden social y en la movilidad de clases es justamente uno de los temas más novedosamente analizados en los artículos, con pasajes que se vuelven particularmente pertinentes para la Argentina, donde la movilidad social continúa atada fuertemente en el imaginario a la escuela, aunque sus posibilidades de contrarrestar un ambiente familiar y social desfavorecido están aún en discusión. Bourdieu demuestra cómo el sistema de enseñanza contribuye a prolongar las condiciones de dominación: supuestamente iguala a los alumnos al entregar títulos de idéntico valor en el mercado, pero en ese movimiento oculta que las desigualdades de origen y el capital social diverso dan distinto valor a la experiencia escolar o universitaria y a las credenciales obtenidas. Insiste en señalar que las personas se mueven entre probabilidades objetivas y esperanzas subjetivas, que, con base en el habitus incorporado en el grupo social de pertenencia, irremediablemente se acomodan a lo estadísticamente probable. "Las sanciones positivas o negativas de la institución escolar únicamente pueden aportar un refuerzo secundario a las certidumbres prácticas de la estadística espontánea que lleva a experimentar como natural y normal el acceso a esos títulos y a esas instituciones", escribe.

Es, en síntesis, el juego entre agentes tratando de imponer sus visiones sobre el mundo lo que da forma a la realidad social. "La construcción de la realidad social se cumple en y mediante los innumerables actos de construcción antagonistas que en cada momento los agentes efectúan, en sus luchas individuales o colectivas, espontáneas u organizadas, para imponer la representación del mundo social más conforme a sus intereses", dice. Se trata, claro, de luchas desiguales, porque el control de los instrumentos que construyen esas representaciones no está uniformemente distribuido.

Quizá lo que hace a Pierre Bourdieu un sociólogo transitado, reapropiado, leído y citado es que, a la manera de los grandes escritores, ha sabido dar forma a un mundo propio que, con sus conceptos, las palabras que ideó para nombrarlos y sus leyes de funcionamiento, logra iluminar el mundo de sus lectores.

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