lunes, 28 de enero de 2013

¡Oh, casualidad!: la música del azar suena entre los economistas

Por Sebastián Campanario  | Para LA NACION


Lo bueno de ser bisexual es que se duplican las chances de conseguir una cita para el sábado a la noche. "La frase de Woody Allen muestra cómo la teoría de la probabilidad cruza cualquier aspecto de la vida cotidiana. Sus trampas y espejismos, sus dificultades de cálculo para el promedio de los seres humanos y, especialmente, la ubicuidad del azar asumieron un rol protagónico en las investigaciones de los economistas en los últimos cinco años.
En buena medida, la fascinación de los economistas por el azar y sus misterios se aceleró a partir de la crisis internacional que comenzó en 2007, que configuró un escenario más propicio para el análisis de la incertidumbre extrema y la proliferación de los "cisnes negros" (hechos altamente improbables, con un impacto sistémico).
Ese año se publicó lo que puede considerarse la biblia de este campo de estudio, El cisne negro, de Nassim Taleb, tal vez el libro con mayor influencia en los mercados en la última media década.
Pero la publicación de Taleb es sólo una de las obras que abordaron en profundidad la influencia del azar en la economía, los mercados y los negocios.
El andar del borracho, de Leonard Mlodinow, es otro ejemplo, al igual que Finanzas y Fractales, de Benoit Mandelbrot. En la Argentina, con un enfoque más general, en el último año se publicaron El azar en la vida cotidiana (Siglo XXI), de Alberto Rojo (allí se cita el chiste de Woody Allen del primer párrafo), y Azar, Ciencia y Sociedad, de editorial Eudeba, escrito por Roberto Perazzo y Pablo Javovkis.
"Los antecedentes de nuestra relación con el azar son tan viejos como la humanidad. Ian Hacking da cuenta de dados o tabas encontrados en Egipto antiguo, que habían sido limados y retocados para que todas sus caras fueran aproximadamente equiparables. Hasta la aparición de los matemáticos del siglo XVII, el azar fue cuestión de juegos, acertijos o brujería adivinatoria", cuenta Perazzo, director del programa de doctorado en ingeniería informática del Instituto tecnológico de Buenos Aires (ITBA).
El padre fundador de la discusión sobre la naturaleza del azar y su impacto en vastos campos de la economía, los negocios y la vida cotidiana en general murió el 14 de octubre de 2010. El matemático polaco -nacionalizado francés-Mandelbrot, pionero de la geometría fractal, tenía por entonces 85 años. Su infancia y su adolescencia estuvieron signadas por eventos catastróficos. Mandelbrot nació el 20 de noviembre de 1924 en Varsovia, en el seno de una familia de judíos lituanos que escapó por milagro de Polonia tras la invasión nazi y luego vivió escondida en la Francia ocupada. No pudo tener una educación formal y recurrió a un tío matemático y pintor que influyó en su vocación.
Tras la guerra, comenzó una brillante carrera que lo llevó a viajar cada vez más seguido a los Estados Unidos, donde descolló en el departamento de research de IBM, antes de ingresar como profesor en la Universidad de Yale.
El término "fractal" fue acuñado por Mandelbrot en 1975 para describir una nueva rama de la geometría que debía lidiar con superficies "rugosas" y formas irregulares, que van desde la costa de Inglaterra hasta la estructura del coliflor, pasando por el errático camino del precio de las acciones de Wall Street. Su teoría entró en la cultura popular e inspiró desde canciones hasta novelas (de Arthur Clarke y David Foster Wallace) y obras de arte generadas por computadora.
En los últimos años, Mandelbrot captó la atención de los inversores con la aplicación de sus ideas a los mercados de bonos y acciones. En su libro Finanzas y Fractales (2007, Tusquets), escrito con Richard Hudson, mostró cómo los brokers suelen ignorar la probabilidad de catástrofes.
Mandelbrot se inspiró a su vez en los estudios de Harold Hurst, un funcionario del Imperio Británico que un siglo atrás analizó en Egipto la frecuencia de las crecidas del Nilo. A Hurst, sus investigaciones le sirvieron para aproximar mejor las causas de la desaparición de los faraones. A Mandelbrot, para captar la esencia del "lunes negro" del 19 de octubre de 1987, cuando la Bolsa de Nueva York perdió un quinto de su valor en sólo un día -una anomalía extrema en términos de una "distribución normal.
Desde 2007, el gran impulsor de los hallazgos de Mandelbrot a nivel de divulgación es el autor de El cisne negro, Taleb, quien se declara a sí mismo "profundamente mandelbrotiano".

LOS "CISNES NEGROS"

Taleb nació en Palestina y en la década del 80 amasó una fortuna vendiendo y comprando bonos en Wall Street, antes de dedicarse más de lleno al estudio de las probabilidades y de la filosofía.
Los "cisnes negros" a los que alude en su obra son hechos extremadamente improbables, con efectos que pueden cambiar el mundo; y que mirados a posteriori, por culpa de ciertos sesgos en nuestra forma de pensar, pueden parecer hasta obvios o por lo menos explicables.
Los ataques a las Torres Gemelas del 11 de septiembre de 2001, las grandes debacles de la bolsa o las catástrofes naturales son ejemplos que suele citar.
En temas de azar, la psicología y la economía del comportamiento pulieron una certeza: los seres humanos somos pésimos a la hora de calcular probabilidades. Nuestro cerebro está preparado para buscar (y creer que encuentra) patrones y conspiraciones donde no los hay; a atribuirles un significado divino o cósmico a coincidencias que no tienen por qué tenerlo y a encontrar relaciones de causalidad allí donde hay puros hechos fortuitos.
"Yo creo que, muy en lo profundo, todos creen en que lo que sucederá se puede orientar en favor o en contra de lo que uno desea o espera. El solo hecho de que se atribuya importancia a la oración y la plegaria por la salud de un enfermo muestra que se piensa que hay una relación de causa y efecto entre actos, rituales o acciones personales y resultados de eventos aleatorios", explica el economista Perazzo.
La economía del comportamiento acumula centenares de experimentos y observaciones que dan cuenta de los sesgos y errores sistemáticos en el cálculo probabilístico, que van desde pifiadas recurrentes de los jugadores y entrenadores en la supercompetitiva liga de básquet de los Estados Unidos (NBA) hasta equivocaciones frecuentes en journals académicos.
Si ser bisexual duplica chances de conseguir cita para el sábado, como dice Woody Allen, es un dilema que aún no fue testeado a nivel econométrico. Pero no debe faltar mucho, en esta era dorada de la "economía de cualquier cosa", para que alguien lo compruebe.

ESTUDIOS SOBRE LO PROBABLE

  • Tras la crisis
    Después de la debacle financiera que se inició en 2007, los trabajos económicos sobre el azar y los misterios se aceleraron
  • Un pequeño tratado
    Ese año se publicó El cisne negro, de Nassim Taleb, un libro con mucha influencia en los mercados
  • Cambios profundos
    Los cisnes negros son hechos altamente improbables cuyos efectos son tan grandes que pueden cambiar el mundo
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jueves, 6 de diciembre de 2012

Las voces de Manuel Puig siempre vuelven

Por Silvia Hopenhayn  | Para LA NACION


En algunas ocasiones se podría decir, con cierta nostalgia e ironía, que las mejores novelas son las que ya están publicadas. Sobre todo cuando los libros en cuestión se encuentran agotados y bien merecen una renovada lectura; aquellos que no aparecen en las librerías comerciales y se los espera como pan caliente.
Es el caso de las novelas de Manuel Puig. Frescas, incisivas, melodramáticas, provocadoras, sensuales, sensatas y, créase o no (luego de semejantes epítetos), argentinas. Sus historias son tan cercanas a nuestra idiosincrasia -perdón por palabra tan adusta- que causan gracia y lamento. Más que detrás del espejo, como nos lleva Lewis Carroll con su Alicia, Puig nos pone magistralmente frente al espejo, quizá guiado por lo que él mismo decía: "Hay que pintar el mundo del cual uno se siente testigo privilegiado".
Ahora sus novelas están al alcance de la mano (también del bolsillo, la edición es económica) y del ojo: sus nuevas tapas tienen plena gracia y se corresponden con el amor al cine que tenía Puig. El sello Booket lanza en diciembre una primera entrega que consta de cuatro novelas: Pubis angelical, Sangre de amor correspondido, Cae la noche tropical y, una de las mejores, La traición de Rita Hayworth. Esta última es, en realidad, la primera. Se publicó en 1968 y causó revolución en la literatura. Nunca se había "escuchado" una prosa así. Y digo bien escuchado, porque el estilo de Puig se centra en lo que se dice. Eso no significa que sea una prosa de la oralidad, como se la solía clasificar. Se trata de lo que se dice en lo que se escribe. No es una traslación de modos de hablar, aunque la novela alterna primeras personas y también diálogos o diarios. Es la construcción de una voz en una lengua novedosa. Por momentos Toto, el protagonista, cuenta sus cuitas, luego lo hacen la niña Teté o Héctor, el primo seductor, o la pecadora Paquita, o dialogan Choli con Mita. Todo esto ocurre en un pueblo polvoriento, hundido, pero, sobre todo, chismoso y aglutinado, donde no hay sombra que proteja al audaz, y menos si la audacia radica en la indagación de sus impulsos o la búsqueda de sabores nuevos.
También en esta primera novela Puig traza las coordenadas del escenario para sus glamorosos y enquistados personajes, el pueblo de Coronel Vallejos, de fácil asociación con General Villegas, donde el propio escritor pasó -y en parte, sufrió- su infancia y adolescencia. El mismo pueblo donde transcurre su novela Boquitas pintadas. Una escritura de estilo único, que atraviesa por primera vez -luego habrá émulos- distintos discursos: el del cine, el chisme, el folletín, la literatura, la radio, el diario, etcétera. Y evidencia lo que Alan Pauls, uno de sus mejores críticos, llamó "la zona íntima", no por ello impúdica ni reducida. Más bien honda y conflictiva, en la que se enlaza el chisme con el psicoanálisis, en una cruzada literaria cargada de imágenes imborrables. Como la primera película que vio Manuel Puig, a los cuatro años, en el cine de Villegas, La novia de Frankenstein, con Boris Karloff; o los ojos traicioneros de Rita Hayworth en Sangre y arena, tan invocados en esta novela. Un detalle de la edición, quizá por consigna del pudor: en la breve reseña biográfica no figura la fecha de nacimiento del autor. Y es de festejar, este año Manuel Puig cumpliría ochenta años.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Los unos y los otros


El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz alerta sobre los efectos de la ?crisis en los países centrales y las consecuencias de la mala distribución de la riqueza
Por Ana María Vara  | Para LA NACION


La "tierra de las oportunidades", el "sueño americano": lugares comunes que se han demostrado errados en los últimos años. Estados Unidos se ha convertido en el país más desigual en el conjunto de los países industrializados, con ricos más ricos y pobres más pobres de manera sistemática y creciente. Y no se trata de las fuerzas ciegas del mercado o la globalización. La brecha entre unos y otros se ha profundizado debido a una serie de errores de la teoría económica que se trataron de acallar: ésa es la mala y la buena noticia que Joseph Stiglitz viene a dar en El precio de la desigualdad. El 1% de la población tiene lo que el 99% necesita. Mala, porque tamaña desigualdad "pone en peligro el futuro", como sugiere el subtítulo de la edición original; buena, porque revertir esa situación depende en gran medida de la decisión y la capacidad de actuar de los poderes de la democracia.
"Estados Unidos ha ido partiéndose en dos, a un ritmo cada vez mayor", advierte Stiglitz. Las cifras son elocuentes: el 1 por ciento de la población concentra el 30 por ciento de la riqueza del país. El proceso se aceleró en los años previos a la crisis de 2008: en 2007, el 0,1 por ciento más alto de las familias de ese país tenía unos ingresos 220 veces mayores que la media del 90 por ciento inferior. Y las ganancias de la "recuperación" fueron nuevamente a los más ricos: el 1 por ciento se quedó con el 93 por ciento de los ingresos adicionales que se crearon en 2010 respecto de 2009. "No tiene sentido hacer como si nada", provoca Stiglitz. "A pesar de la inveterada creencia de que los estadounidenses gozan de mayor movilidad social que los europeos, Estados Unidos ha dejado de ser el país de las oportunidades."
Como en un esfuerzo concertado de intervención en la discusión pública, El precio de la desigualdad llega tras una serie de trabajos de autores como Paul Krugman o Lawrence Lessing que analizan las causas de la crisis y la connivencia entre el poder político y el económico, de manera de asegurarse mutuos beneficios a costa de las clases media y baja. Thomas B. Edsall, profesor en la Escuela de Periodismo de Columbia, habla de una auténtica "insurgencia intelectual que desafía la ortodoxia económica dominante".
Los disidentes no son outsiders : Stiglitz es profesor de Columbia, fue funcionario de Bill Clinton y del Banco Mundial, publicó más de trescientos papers y recibió el Premio Nobel de Economía. Apoyado en su trabajo académico, ha construido una línea argumentativa en libros de divulgación que fueron marcando hitos en la crítica al neoliberalismo. Mientras que en El malestar en la globalización (2002) mostró que los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial parecían proteger los intereses del mercado financiero por sobre los de los países a los que aconsejaban, en Los felices 90 (2003) se concentró en Estados Unidos y explicó las falacias que llevaron del boom a la caída de la década. A esas obras diagnósticas les siguieron Comercio justo para todos (2005) y Cómo hacer que funcione la globalización (2006), en las que avanzó en el camino de las soluciones. En La guerra de los tres mil millones de dólares(2008), sobre la invasión a Irak, reveló cómo una economía distorsionada -en que los ricos no sufren los costos personales de las incursiones bélicas e incluso pueden aumentar sus beneficios- tiene impacto en la política exterior. Y en Caída libre (2010) analizó las causas de la crisis de los países centrales, y propuso medidas de intervención del Estado para enfrentarla y evitar su repetición.
El precio de la desigualdad se inscribe en esta trayectoria con un tono más indignado y urgente: se trata de una cuestión moral, porque la pésima distribución de la riqueza en Estados Unidos trae sufrimientos inmerecidos -y evitables- sobre muchas personas. Pero también de supervivencia, porque las sociedades desiguales son menos democráticas y menos prósperas. Indicadores como la expectativa de vida ya marcan una situación preocupante para el país que sigue siendo la primera economía mundial: es de apenas 78 años en Estados Unidos, frente a 83 en Japón, u 82 en Australia e Israel. De hecho, según datos del Banco Mundial de 2009, este país se encuentra en el cuadragésimo nivel mundial, un puesto por debajo de su insólita Némesis, Cuba, con una expectativa de vida de 79; la de Argentina es 76. Otras cifras son todavía más elocuentes: el número de familias estadounidenses en situación de pobreza extrema -que viven con dos dólares diarios por persona- alcanzó el millón y medio en 2011.
¿Cómo ocurrió esto? ¿Qué se puede hacer? Las dos preguntas convergen. En primer lugar, abandonar el "fundamentalismo de mercado", como lo califica Stiglitz. Las fuerzas del mercado deben ser reguladas, porque la concentración de la riqueza afecta la competitividad tanto como un Estado avasallante. La política impositiva también debe modificarse, revirtiendo medidas de George W. Bush que redujeron las obligaciones de los más prósperos. Regular mejor a los bancos, limitando la capacidad de asumir riesgos y de que se dediquen a créditos usurarios, "clausurar" (sic ) los centros bancarios en paraísos fiscales, reformar la ley de quiebras. En lo social, Stiglitz aboga por una "atención sanitaria para todos" y por reforzar otros programas de protección.
Si un punto central en la advertencia de Stiglitz a sus conciudadanos es que el futuro del 1% depende del futuro del 99%, la alerta se debería extender al resto del mundo. La desigualdad en Estados Unidos tiene consecuencias también fuera de sus fronteras: por ser uno de los motores de la economía mundial, por su carácter de laboratorio de medidas y modelo para otros países, porque la política exterior del país con el mayor gasto militar se puede ver afectada. Es de desear que Stiglitz y demás "insurgentes" sean escuchados.

viernes, 23 de noviembre de 2012

La nueva novela de J.K. Rowling llegará a LSF el 19 de diciembre





La primera novela para adultos de J.K. Rowling saldrá a la venta de forma simultánea en España y América Latina con una tirada de 300.000 ejemplares. El mismo día 19 de diciembre también se lanzará la versión digital. 

Publicada en inglés el 27 de septiembre, Una vacante imprevista se ha convertido en un bestseller en Reino Unido, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Irlanda y Australia. Tres semanas después de su aparición, ha alcanzado un total de ventas en esta lengua de más de un millón de ejemplares. Una vacante imprevista se traducirá a 43 idiomas en todo el mundo, ¡y esta cifra sigue creciendo! 

La historia de esta primera obra de Rowling para adultos se centra en Pagford, un imaginario pueblecito del sudoeste de Inglaterra donde la súbita muerte de un concejal desata una feroz pugna entre las fuerzas vivas del pueblo para hacerse con el puesto del fallecido, factor clave para resolver un antiguo litigio territorial. 

La minuciosa descripción de las virtudes y miserias de los personajes conforman un microcosmos tan intenso como revelador de los obstáculos que lastran cualquier proyecto de convivencia, y, al mismo tiempo, dibujan un divertido y polifacético muestrario de la infinita variedad del género humano. 

Sin que el lector apenas lo perciba, Rowling consigue involucrarlo en temas de profundo calado mientras lo conduce sin pausa a un sorprendente desenlace final. 


«Una novela maravillosa. J.K. Rowling se sitúa a la altura de R.L. Stevenson, Conan Doyle y P.D. James. Sus dotes narrativas se combinan con su habilidad para crear personajes memorables y conmovedores, y el resultado es una novela muy representativa de Inglaterra, rebosante de rabia y ternura.» Melvyn Bragg, The Observer 

«Una comedia negra exquisita y en ocasiones enternecedora [...]. La prueba de fuego: creo que tendría éxito incluso si su autora no se llamara J.K. Rowling.» David Robinson, Scotsman 

«Una gran novela, ambiciosa, genial, irreverente, divertida, profundamente perturbadora y magníficamente elocuente sobre la Inglaterra contemporánea [...]. Éste es un libro conmovedor escrito por alguien que entiende muy bien a los seres humanos y que sabe mucho de novela.» Lev Grossman, Time Magazine 


viernes, 16 de noviembre de 2012

TENTATIVA DE AGOTAR UNA VIDA

"Nací" es el título del primero de los textos aquí incluidos, pero es válido que nombre todo este breve volumen. El impulso de quien se arranca (o es arrancado) de la nada define cada una las tentativas de Georges Perec: llegar al fondo sin fondo de la memoria. Lo que el autor trae de ese viaje suele ser fragmentario: listados de los lugares en los que se durmió, sueños, entradas de un diario que no existe. O, más bien, como señala Philippe Lejeune en una de las notas introductorias, estos escritos "muestran (práctica o teóricamente) de qué manera Perec consideraba la autobiografía: oblicua, múltiple, astillada y, al mismo tiempo, girando sin cesar alrededor de lo indecible". El libro -que ya había aparecido en España, en otra traducción, en 2006- concluye con un texto aparte. Perec lo escribió cuatro meses antes de su muerte y sin saber todavía que padecía un cáncer terminal. Se llama, sin rodeos, "Algunas de las cosas que en todo caso tendría que hacer antes de morir". La enumeración, que termina con "Conocer a Vladimir Nabokov", incluye treinta y siete deberes incumplidos. Gerardo García