miércoles, 30 de mayo de 2012

Cómo actuar ante un adolescente difícil


"No ir corriendo al psiquiatra", dice Juan D. Nasio
Por Sebastián A. Ríos  | LA NACION
"En presencia de un adolescente difícil, nuestra mejor respuesta como padres es saber esperar el final de la tempestad", aconseja Juan David Nasio, reconocido psicoanalista y psiquiatra argentino radicado en París, y recuerda que la adolescencia es una etapa del crecimiento que tiene un inicio, pero también un final.
"Que en algún momento se termina es evidente, pero es bueno recordarlo. Son muchos los padres que recibo en mi consultorio y a los que esta palabra los alienta y les da fuerza para no reaccionar mal ante el joven y para poder tener una actitud positiva", dice Nasio, que visitó la Argentina para presentar su más reciente libro: ¿Cómo actuar con un adolescente difícil? (Editorial Paidós).
Nasio, discípulo y traductor de Lacan, además de fundador de los Seminarios Psicoanalíticos de París y autor de 20 libros, cree hasta tal punto en que debe prevalecer una actitud de calma que incluso recomienda no salir corriendo al psiquiatra ante el menor signo de un desajuste. Insta a tratar de resolver los problemas basándose en el instinto paterno, o pidiendo ayuda a la familia y amigos.
También advierte que hoy la adolescencia se está prolongando. "En los países más avanzados, donde hay más población, más Internet, más medios de comunicación, la adolescencia está empezando a los 10 u 11 años, cuando antes comenzaba a los 12."
-¿Cuáles son las causas de este inicio tan temprano?
-No se sabe bien. La menarca normalmente aparecía entre los 12 y los 13, y ahora está apareciendo a los 11. La adolescencia comienza con la pubertad, que es un fenómeno corporal, y va a terminar con un fenómeno social: cuando el joven se va de la casa de los padres y se vuelve autónomo. Pero hoy la adolescencia ntambién termina más tarde: con el desempleo, los chicos se quedan en la casa de los padres. A los 25 o incluso a los 30 siguen estando allí.
"La adolescencia es una neurosis sana, ya que es pasajera y se disuelve por sí misma. Pero con esta condición: que los padres acierten a atravesar la tempestad sin banalizar los problemas ni dramatizarlos", afirma Nasio.
-¿Cuáles son las conductas que hoy aparecen antes de lo que los padres esperan?
-El signo más típico es un comportamiento variable y con mucha brusquedad en todo lo que es sentimiento. Por momentos, el adolescente es muy cariñoso con los padres -es como un niño, y ellos están muy contentos-, y horas más tarde, es de una agresividad insoportable: nos tratan con un desprecio y con una rabia que nos asusta, y que muchas veces despierta también en nosotros rabia. También son por momentos muy activos y se lanzan a hacer proyectos, y otras veces están inactivos, como si nada tuviera valor.
-¿Còmo se explican esos cambios bruscos de comportamiento?
-Con la pubertad hay un aumento de las pulsiones, las hormonas son fuertes. Es el momento en que el adolescente tiene ganas de hacer cosas. Y a veces, al revés, de apagarse. Esto ocurre porque hay mucha fuerza en la pulsión, pero al mismo tiempo el adolescente tiene un superyó muy severo. Es como si tuviera un juez dentro de él que lo trata muy mal. Por un lado, pulsiones que suben, y por otro, un juez que le dice «callate, estúpido, guardá tu fuerza».
-Además de paciencia, ¿qué otras actitudes recomienda para lidiar con un adolescente?
-Es muy importante saber que el adolescente es muy sensible a la humillación. Entonces, el problema de los padres es, en la medida de lo posible, no decir nada que los toque en el amor propio. Porque muchas veces la agresividad del adolescente despierta nuestra agresividad, y le decimos cosas muy hirientes. Eso hay que evitarlo, porque uno mañana va a querer que su hijo sea una persona que tenga confianza en sí misma.
Por otro lado, la adolescencia es la época del estudio, y muchas veces amenazamos al adolescente, diciéndole «si no estudiás, vas a ser un inútil». Uno lo dice creyendo que el adolescente tendrá la lucidez suficiente para saber que hay que trabajar hoy para mañana recibir los frutos. Pero el adolescente no tiene esa lógica. Su lógica es vivir en el presente, no entiende el más tarde.
Por eso, el querer estimularlo con la amenaza de un futuro pesimista no funciona. El planteo debe ser por lo positivo. "Yo pienso que podés hacerlo", darle esta confianza. Y también: "Hay que estudiar porque en la edad que te toca es lo que tenés que hacer", es una obligación.

COMPORTAMIENTOS DE RIESGO

"Yo agrupo a la población adolescente en tres sectores. El mayoritario, felizmente, es el que responde a la descripción que hice de un ser con comportamientos, sentimientos y pensamientos contradictorios, difíciles de manejar, pero que responden a la turbulencia normal. Otro sector, mucho más minoritario, es del de los que tienen enfermedades mentales graves, como la esquizofrenia.
Pero después tenemos un sector de adolescentes que son los que tienen comportamientos antisociales, violentos, con droga o sin ella, y a veces violentos contra ellos mismos. Pienso en los jóvenes que queman autos o que necesitan atacar el orden. Otras veces es el fenómeno de Internet, pasan horas y horas delante de las pantallas. Otro problema es la pornografía en las pantallas de Internet: es mucha excitación para una cabeza de 11 o 12 años, todavía inmadura, que no tiene la capacidad de asimilarla.
Otro punto muy importante en la población adolescente es el problema de las perturbaciones alimentarias. Aparecen la anorexia, sobre todo en las chicas, o la bulimia.
-¿Qué signos permiten distinguir entre conductas normales y peligrosas?
-Hay tres cosas que permiten a un padre o a una madre saber si ese problema del hijo se va a resolver por sí mismo o si va a haber que consultar con un profesional. Un criterio es la duración: si mi hijo está frente a la pantalla tres horas, ya es mucho. Pero si está seis o siete horas, ahí estamos ante un problema.
Un segundo criterio, muy importante, es la intensidad. Es decir, que sea algo que hace sufrir a la familia o que hace sufrir al adolescente. Si una chica, por ejemplo, hace dieta para ser delgada es una cosa; pero si eso se acompaña por hacerse vomitar o la menstruación se detiene, está mostrando que esa perturbación le trae complicaciones muy difíciles de soportar para ella o para la familia.
Y el tercer criterio, el más detectable, más visible, es la invasión en la vida del sujeto. Si un muchacho estudia, las notas son medianas y pasa tres o cuatro horas delante de la pantalla, está integrado en la vida. Si, en cambio, no estudia, está ausente de la escuela y pasa seis horas en Internet, evidentemente, la pantalla está invadiendo su vida.
Un punto importante es que no recomiendo consultar al profesional enseguida. Somos padres, tratemos de resolver las cosas nosotros. Si nos sentimos impotentes, llamemos a terceros, que sean de la familia -los abuelos, los tíos- o un amigo. Los terceros son muy buenos intervinientes, porque muchas veces resuelven el problema sin médico, sin psicólogo. Si los terceros fallan, entonces recién allí podemos ir al psicoterapeuta.
Yo recomiendo a los padres no precipitarse a los psicólogos ni a los médicos.

JUAN DAVID NASIO

Profesión: psicoanalista
Edad: 70 años
Origen: Rosario, Argentina
Se graduó de médico en la UBA y realizó su residencia de psiquiatría en el Hospital Evita, de Lanús. Radicado desde 1969 en París, Francia, participó de los seminarios del célebre psicoanalista francés Jacques Lacan y tradujo a su pedido sus Escritos al español. En 1971 fue designado docente de la Universidad de París VII, en la Sorbona, cargo que ocupó durante 30 años. Luego, fundó los Seminarios Psicoanalíticos de París. Es autor de más de 20 libros. En 1999, recibió la Legión de Honor, y en 2004, la Orden del Mérito

jueves, 17 de mayo de 2012

La filósofa Martha Nussbaum ganó el Príncipe de Asturias


Fue distinguida en el área de las Ciencias Sociales por su contribución a la filosofía del derecho y de la política, y por su "concepción ética del desarrollo económico".

MARTHA NUSSBAUM. Estudió en la Universidad de Nueva York y se doctoró en derecho y ética en Harvard (AP).

La filósofa estadounidense Martha Nussbaum fue distinguida el miércoles con el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por su contribución a las humanidades, la filosofía del derecho y de la política, y por su concepción ética del desarrollo económico.
"La profesora Nussbaum ha abordado el estudio del desarrollo económico y la ética al entender la pobreza como una privación de capacidades humanas, planteamiento que ha tenido una gran repercusión en diversos organismos internacionales", dijo el jurado en el fallo.
Nussbaum, de 65 años, estudió en la Universidad de Nueva York y se doctoró en derecho y ética en Harvard en 1975. Está considerada como una de las voces filosóficas más innovadoras e influyentes del panorama actual.
Nussbaum defiende en su obra una concepción universal de los derechos de la mujer que sea capaz de superar los límites del relativismo cultural.
Sus teorías arrancan del convencimiento de que personas que entienden de distinta manera el bien pueden ponerse de acuerdo sobre algunos principios éticos universales que sean aplicables dondequiera que se dé una situación de desigualdad y de injusticia, dijo sobre su pensamiento la Fundación Príncipe de Asturias en un comunicado.
Nussbaum sucede en el palmarés de Ciencias Sociales al psicólogo estadounidense Howard Gardner.
El de Ciencias Sociales es el segundo de los ocho premios Príncipe de Asturias que se conceden este año, en su 32da edición. El arquitecto español Rafael Moneo fue distinguido con el galardón en la categoría de Artes.
Más premios. En las próximas semanas se fallarán los Príncipe de Asturias correspondientes Comunicación, Humanidades, Investigación Científica y Técnica, Letras, Cooperación Internacional, Deportes y Concordia.
Cada uno de los premios, creados en 1981, está dotado con 50.000 euros (65.000 dólares) y una escultura diseñada por el artista Joan Miró.
Los galardones se entregarán en octubre en Oviedo, en un acto presidido por los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz, herederos de la corona española.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Carlos Fuentes / 1928 - 2012 Adiós a un grande de las letras hispanas


El autor mexicano murió a los 83 años; ganador del Cervantes y el Príncipe de Asturias, dejó una obra prolífica de ficción y ensayo


CIUDAD DE MEXICO.- El mundo perdió ayer a uno de los más grandes exponentes de las letras hispanas. El escritor y ensayista mexicano Carlos Fuentes, autor de La muerte de Artemio Cruz y ganador del Premio Cervantes, entre otros logros de una vida prolífica que lo situó entre los autores más descollantes de la llamada nueva novela latinoamericana, murió a los 83 años.
Aún queda fresca en la memoria su reciente participación, dos semanas atrás, en la 38a Feria del Libro de Buenos Aires, en la que brindó una clase magistral. Fueron 45 minutos de pie, sin tomar siquiera un vaso de agua, en los que expuso con claridad sus ideas ante un auditorio fascinado de 800 personas, que siguieron atentamente cada una de sus palabras. Fue una clase en la que expresó su preocupación por la degradación política en América latina, confesó que lee todos los años el Quijote como si fuera la primera vez y mencionó al escritor Juan Rulfo y a su novela Pedro Páramo como su herencia mexicana más inmediata.
Quizá por esa razón la noticia de su deceso, cuando eran ayer las primeras horas de la tarde en Buenos Aires, golpeó con fuerza en el mundo de las letras y la cultura.
El intelectual y escritor mexicano, que formó parte del boom latinoamericano de los años 60, murió en el Hospital Angeles del Pedregal, en el sur de la capital mexicana, tras haber sufrido, en su casa, durante la madrugada y de forma inesperada, "una hemorragia grave del tubo digestivo", según informó Arturo Ballesteros, el médico que lo atendió.
"La literatura latinoamericana, por su diversidad, su tamaño y sobre todo su calidad, ya pertenece a la gran literatura mundial", señaló durante una entrevista con LA NACION, el día anterior a su exposición en la Feria.
Durante esa entrevista dijo recordar "el fervor del público" de su visita anterior, una década atrás, y recordó su deslumbramiento por Buenos Aires, ciudad que conoció cuando tenía 15 años. Fuentes anunció además en esa oportunidad que en noviembre publicaría una nueva obra, titulada Federico en su balcón , sobre un diálogo imaginario entre Nietzsche y Dios.

Entre sus obras más significativas de una obra que alternó la ficción y el ensayo pueden citarse, por caso, Aura , de 1962; La muerte de Artemio Cruz , del mismo año; Terra Nostra (1975), oGringo Viejo (1985). Desde que escribió La región más transparente , en 1958, Fuentes recibió las más prestigiosas distinciones de la literatura en castellano: el Premio Cervantes (1987), el Príncipe de Asturias (1994), el Biblioteca Breve (1967) y el Rómulo Gallegos (1977). Nunca ganó el Nobel de Literatura, aunque se lo mencionó como candidato durante años. Su última distinción fue el doctorado Honoris Causa de la Universidad de las Islas Baleares, España, anunciada apenas días atrás.
El eximio autor mexicano manifestó en una oportunidad sobre su obra que "había cosas que no podían decirse más que en español", donde, según él, había una especie de tierra virgen para el escritor. Hijo de un diplomático mexicano, Fuentes nació el 11 de noviembre de 1928 en Panamá, pero pasó sus primeros años en Quito, Montevideo y Río de Janeiro. Hizo la primaria en los Estados Unidos, aunque nunca dejó de visitar México: ése era el lugar de sus vacaciones y también el país donde estaban sus raíces, algo que siempre le inculcó su padre.
Al conocerse la muerte, las reacciones en todo el mundo no tardaron en llegar. El presidente mexicano, Felipe Calderón, se refirió a su muerte en Twitter: "Lamento profundamente el fallecimiento de nuestro querido y admirado Carlos Fuentes, escritor y mexicano universal. Descanse en paz". El director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, dijo que la muerte de Fuentes supone la pérdida de una figura irreemplazable. "Se van los grandes y no se ve en el horizonte quienes le sustituyan", remató. En tanto, el director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, expresó "su gran tristeza" por la muerte de un hombre que supo combinar lo mexicano con la dimensión universal del español. "Se nos ha ido uno de los grandes, no sólo como escritor sino como el gran profeta que fue del español como lengua de continuidad", dijo.
Fuentes estuvo casado dos veces y tuvo tres hijos. La primera, Cecilia; lo sobrevive su esposa, la periodista mexicana Silvia Lemús, con quien se casó en segundas nupcias en los años 1970, unión de la que nacieron sus hijos Carlos Rafael, que padecía hemofilia y murió en 1999 a los 25 años, y Natasha que falleció años después, a los 32,por causas desconocidas.
Hoy se llevará a cabo un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, en el centro histórico de la Ciudad de México, una distinción que se otorga sólo a destacados personajes del ámbito cultural del país.

viernes, 4 de mayo de 2012

"El «alumno-cliente» cree que su identidad la otorga el consumo"


El escritor francés Daniel Pennac se refirió al comportamiento de los chicos en las aulas
Por Leonardo Tarifeño  | LA NACION

El francés Daniel Pennac se convirtió en un referente mundial de la reivindicación de la lectura gracias a su ya clásico Como una novela (1993), pero mucho antes de ese libro, durante su adolescencia, vivió la escuela como una auténtica pesadilla.
"Cuando no era el último de la clase, era el penúltimo. Siempre había oído decir que yo había necesitado todo un año para aprender la letra A. La letra A, en un año. El desierto de mi ignorancia comenzaba a partir de la infranqueable B", recuerda en Mal de escuela , sus extraordinarias memorias como oveja negra del aula, la obra que lo trajo a Buenos Aires para su presentación en la Feria del Libro.
Elegante, irónico y muy crítico de la influencia que la sociedad de consumo tiene en la educación actual, Pennac admite que haber sido un mal alumno lo ayudó a ser un buen profesor. "Yo sé lo que sienten los marginados, sé lo que implica mentir en la clase primero y en la casa después. La experiencia del dolor ha sido clave para tratar de que mis propios alumnos no pasen por eso", explica, con una sonrisa a mitad de camino entre la complicidad y la resignación.
-En Mal de escuela dice que algunos malos alumnos necesitan que algo o alguien los saque de la realidad escolar para no desarrollar "la pasión del fracaso". ¿Qué o quién lo ayudó a usted?
-En mi caso, cuatro profesores y mi primer amor. Todos ellos me dieron la sensación de existir, me permitieron creer que podía tener una existencia fuera de la identidad escolar. Esos profesores se dirigían a mí, por alguna razón vieron en mí algo que parecía interesarles. Y eso me salvó. No se preocupaban tanto por el desempeño escolar, y la paradoja es que gracias a eso mismo mi desempeño escolar mejoró mucho.
-¿Por ejemplo?
-Bueno, cuando uno es mal alumno miente todo el tiempo. Entonces, al profesor de francés se le ocurrió metamorfosear la mentira y convertirla en creación novelesca. Me dijo: "No te voy a pedir una tarea más, no me des más explicaciones, sólo quiero que cada semana escribas unos diez párrafos de una novela". Y así entré a la literatura.
-¿Qué aprendió de cada uno de esos profesores?
-Muchas cosas. En primer lugar, el sentido del otro. La enseñanza como conversación: eso mismo hice con mis alumnos durante todos estos años. Cuando sos profesor, tenés entre 100 y 130 alumnos por año, y la relación pedagógica exige que esos 130 alumnos sientan que existen individualmente para el profesor. En segundo lugar, aprendí la reciprocidad. Si yo me rompo el alma corrigiendo minuciosamente un trabajo, espero que el alumno tenga en cuenta esas correcciones. El tercer aspecto es el compañerismo. Uno mantiene una relación de años con los alumnos, y para enriquecerla debe haber autoridad y juego. Si yo les pido que me reciten un texto de memoria, acepto que ellos también me exijan lo mismo a mí.
-Suena poco convencional.
-En realidad son técnicas muy simples. El profesor de matemática me enseñó otra cosa. En sus clases, los alumnos tenían derecho a decir "estoy cansado", "no hice los deberes porque tengo problemas en casa" o "me gustaría que usted, profesor, se enfermara durante unas semanas". Podían decir lo que quisieran menos una sola cosa: "Eso no me interesa".Allí otra vez hay algo muy simple, la base misma de la pedagogía, es decir, reconocer que todos los temas pueden y deben ser interesantes? si uno tiene la predisposición para interesarse por ellos.
-En una época en la que el bullying se ha instalado como una tendencia mundial, ¿cómo se lucha contra ese fenómeno?
-No es un fenómeno de una época en particular; es una enfermedad constitutiva de la institución escolar de todos los países. Es un producto inevitable del encierro y la reclusión. Como dice el filósofo cristiano René Girard, cuando se forma un grupo, naturalmente se produce la tendencia de rechazar a uno de sus miembros. Y a ese miembro le adjudican todos los defectos posibles. En las sociedades primitivas se lo condena a muerte, en las empresas de hoy, o en la escuela, al exilio o la marginación.
-En Mal de escuela se refiere al "alumno-cliente", el experto en consumismo de apenas 20 años. ¿La irrupción del "alumno-cliente" es el fenómeno más peligroso de la educación actual?
-Los jóvenes se han convertido en clientes de la sociedad de consumo. Son tanto o más consumistas que los adultos y eso ocurre en todos los sectores sociales. Hoy los alumnos son clientes y creen que su identidad la otorga el consumo.
-En su rol de profesor, ¿cómo enfrenta esa situación?
-Cuando los chicos van a la escuela, se comportan con los profesores como si fueran clientes. Sólo que la cultura no es un bien de consumo. ¿Qué es un cliente? Es alguien que sólo tiene en cuenta sus propios deseos. ¿Y cómo funciona la escuela? La escuela no se dirige a nuestros deseos, sino a nuestras necesidades.